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Cambios en Licencia de Navegación

Ahora que ya ha acabado prácticamente la temporada estival, quiero hacer un resumen desde estas líneas sobre los cambios que se han producido, en concreto sobre la titulación de la licencia de navegación.

Con esta titulación deportiva se puede manejar embarcaciones de hasta seis metros de eslora, (longitud) sin limitación en la motorización, solamente la que impone el fabricante del casco que vayamos a manejar; esta titulación habilita para la navegación diurna sólo diurna, nunca nocturna; siempre se dice que se pueden navegar una hora después de que haya salido al sol y tenemos que estar en nuestra playa o lugar de abrigo, una hora antes de que se ponga el sol como regla general.

Es desde hace casi un par de años cuando se puede manejar también con la licencia las motos acuáticas.

Es cierto que en la navegación con este tipo de embarcaciones tienen las mismas normas que para el resto de embarcaciones, pero también es cierto que éstas poseen una motorización normalmente bastante alta, en relación con el peso del casco.

Quien haya estado en la playa en estos meses habrá escuchado alguna vez el comentario de que hay que ver lo que están haciendo esta gente con las motos.

Normalmente relacionada con el manejo de las mismas cercas de las boyas de balizamiento, es decir fuera de los 200 metros, reservada para bañistas y marcada con boyas amarillas, sólo en aquellas playas que sean señalizadas normalmente por la afluencia de visitantes.

Comentar que hay muchos más incidentes realmente con otro tipo de embarcaciones que con las motos, pero las motos llaman mucho la atención, utilizando velocidades inadecuadas cerca de las zonas de bañistas.

Es una minoría la que así lo hace, pero esta minoría hace mucho ruido y ante comentarios de este estilo siempre decimos lo mismo: este tipo de usuarios son los mismos que manejando un coche utilizan también una velocidad inadecuada para la vía, son los que se saltan el ceda el paso y son los que siempre tienen la razón, ante cualquier problema, es decir, estamos hablando de una cuestión de educación.

Son los mismos que pueden liarla en un restaurante, en una carretera o con un cuchillo y un tenedor, falta de sentido común en el mar, muchas veces el menor común de los sentidos. No es un problema del vehículo en sí, es un problema de la persona que lo usa.

Expuesto esto viene la pregunta ¿qué podemos hacer para revertir esta situación?

Por supuesto lo primero, mayor vigilancia en el mar, quizás reconvertir parte de los policías locales para que puedan ayudar a otros cuerpos sobre el agua, como hacen otros ayuntamientos que tienen una sección con policías locales motorizados en las playas. En segundo lugar, una mayor educación vial y náutica de todos los usuarios que hoy en día ya poseen cualquier tipo de titulación náutica. En tercer lugar, quizás volver al examen escrito para el manejo de este tipo de embarcaciones, un examen que en su momento se denominaba el Moto A y que, con un temario realmente corto, obligaba al usuario a conocer la moto, normas, usos y costumbres y por supuesto una práctica obligatoria con este tipo de embarcaciones.

Ya que, si bien es cierto que en el agua todos tenemos las mismas normas, preferencias de paso, balizamiento, maniobras y demás, el uso de una moto acuática requiere de dos o tres pautas concretas, en las que hay que insistir por parte de todas las academias que imparten esta titulación a nivel nacional, ampliando por nuestra parte, el temario de la licencia de navegación precisamente hacia el manejo de motos acuáticas.

Advirtiendo de que una moto si no tiene aceleración, no tiene dirección, informando del equipamiento mínimo de seguridad que hay que llevar, como es el hombre al agua y el chaleco salvavidas. Y sobre todo practicando la recogida de una persona desde el agua hacia la moto, la navegación en si, que no requiere de una condición física especial, ni habilidades especiales, sino simplemente de un poco de sentido común. Haciendo que esa persona se acostumbre a lo que es este tipo de vehículos: entrada y salida de una playa, siempre por un canal náutico en caso de estar en la playa, balizadas o no, mantenimiento de las embarcaciones y sobre todo la navegación costera. Distancia mínima entre embarcaciones que será de al menos veinticinco metros, navegación entre motos y con ello quiero recordar que una moto no puede ir detrás de otra en su misma estela, sino que deben de navegar siempre en paralelo o en punta de flecha, dejando entre ellos una distancia de seguridad, etc.

Debemos pensar que con una moto acuática podemos ir a la velocidad que uno quiera, pero siempre alejados de todo peligro para uno y para los demás.

Comentar que la Federación Andaluza de Motonáutica en sus cursos de la licencia de navegación, advierte a todos los usuarios de estos puntos ya que muchos de ellos, al igual que ocurre en otras academias, quieren obtener esta titulación precisamente por la habilitación que les da para el manejo de motos acuáticas.

 

Por una Navegación Segura

Federación Andaluza de Motonáutica