A la hora de mantener una embarcación debemos de seguir las instrucciones del fabricante, quien normalmente aconseja lo más importante para ese modelo en la propia venta de la embarcación.
Pero como norma general tenemos que tener en cuenta varios aspectos, primero el tema eléctrico.
Todo lo que tenga que ver con la batería debe de estar suficientemente aislado y la batería no presentar signos de corrosión o dejadez. Hay que tener en cuenta que el sistema eléctrico es precisamente el más importante dentro de una embarcación. sea cual sea y sea el modelo, ya que sin ese sistema eléctrico nos quedamos sin propulsión y por tanto, nos quedamos sin motor, la pieza fundamental y la más valiosa de nuestra embarcación.
Unas bornas no engrasadas, dejando que la humedad haga su trabajo, es un signo inequívoco de quedarnos tirados.
Timón, pala o manillar, debe de estar suave, sin dureza en su funcionamiento cualquier signo de endurecimiento en la rueda del timón puede significar que se ha quedado sin hidráulico, que el cable está oxidado y por tanto puede partir, con lo cual nos quedaríamos sin timón, sin gobierno en la embarcación.
Si estamos en un pantano, estamos en agua dulce, con lo cual no es problema; pero si nos encontramos en el mar, es decir en agua salada, debemos de enjuagar toda la embarcación eliminando los residuos de sal que pudieran quedar sobre el material de nuestro barco ya sea ésta de madera, fibra, metal o cualquier otro elemento. La sal corrompe absolutamente todo, incluso el acero inoxidable, cierto es que éste acero tarda más en oxidarse que el acero normal, pero al final, la sal le gana el partido a cualquier metal.
Endulce del motor. Es básico para el mantenimiento del mismo ya que el motor se refrigera por el agua que la toma del mismo mar, hace el circuito, enfría el motor y sale expulsado por la hélice que a todo el efecto haced se tubo de escape; pues bien deberemos de endulzar el motor haciendo que el agua dulce corra por todo el circuito y se lleve todas las impurezas que pudieran quedar dentro del mismo, sin elementos como pudieran ser desengrasantes, desoxidantes ya que estos elementos sí los metiéramos en el circuito tendríamos que eliminarlos con agua dulce muy abundante, para que estos elementos abrasivos no quedaran dentro del circuito de la refrigeración.
En la propia licencia de navegación, así como en el patrón de navegación básica, o el patrón de embarcaciones de recreo, damos unos consejos para que precisamente el motor que es el elemento más importante y caro de nuestra embarcación, se mantenga por muchos años así como su valor y de esta forma en caso de venta nos pudieran dar algo más de precio que un motor que no haya tenido mantenimiento.
El motor de una embarcación es exactamente igual que el de un coche o un camión, debe de tener sus líquidos en los niveles correctos, es decir, el aceite cambiarlo cuando haga falta, los filtros cambiarlos cuando hagan falta, tanto el de aceite como el de decantación, de la gasolina o gasoil, etc.
Tener la costumbre de una vez llegados a la embarcación arrancarla y no pedirle al motor que comience a funcionar inmediatamente, sino que este se mantenga al ralentí durante un tiempo para que pueda coger su temperatura y compresión de forma lenta y relajada y no obligar al motor a trabajar desde el principio con un rendimiento potente, de esta forma evitaremos dilataciones agresivas ya que el motor se encuentra en un medio acuático que normalmente suele tener una temperatura baja.
El material de seguridad tenerlo siempre aislado del agua y de la humedad para evitar su deterioro y de vez en cuando echarle un vistazo al material pirotécnico, ya que éste tiene una fecha de caducidad.
Abrir la sentina y valorar si hay gases, si ha entrado agua, si ha habido una pérdida de aceite y obrar en consecuencia en caso de que haya ocurrido alguna de estas cosas, reparando lo antes posible cualquier tipo de motorización, ya que dejarlo para más adelante puede conllevar una avería más grave.
Comprobación de todos los instrumentos que llevemos a bordo con ello estamos hablando del amperímetro, voltímetro, indicador de combustible, que en definitiva todos estos elementos funcionan correctamente y señalen si nuestro barco se está cargando o no, si tenemos combustible o no, en definitiva, que todo esté funcionando de manera correcta.
Cabos y elementos de amarre, comprobar que no estén pasados los cabos y que todo esté perfectamente adujado a bordo.
Cuando hablamos de adujar hablamos de que todo esté recogido y perfectamente almacenado.
Y siempre recordar que debemos de salir con los tanques de combustible llenos la avería más grave que no es una avería sino una negligencia quedarnos precisamente en el agua sin combustible algo que está no solamente fuertemente multado, sino que nos puede poner en un grave compromiso.